Fetiches de bragas

Qué vino primero, el interés en la ropa interior o el acceso a la ropa interior. Aquí hay un vistazo a por qué los fetiches de bragas son tan comunes.
Braguitas, pantys, calzones, pantaletas. Estos son solo algunos de los términos más encantadores que el diccionario ofrece para ropa interior. Quizás el número de términos que tenemos disponibles es una indicación de nuestra obsesión cultural con las prendas, especialmente la ropa interior típicamente considerada femenina. Aunque las estadísticas sobre fetiches son pocas y distantes entre sí, un estudio realizado en Italia encontró que el 12% de las personas encuestadas tenían preferencia sexual por la ropa interior.
Junto con los fetiches de pies, los fetiches de bragas usados ​​se encuentran probablemente entre los más conocidos y los más propensos a ser el punto de partida de una broma convencional.
Algo acerca de este fetiche captura la imaginación, quizás es la naturaleza íntima de nuestra ropa interior, o porque muchas personas pueden relacionarse con el olor de su amante.
Para el fetichista, es la conexión física del objeto con el cuerpo del objetivo erótico, como si hubiera absorbido la "esencia" oculta de la persona, lo que lo hace tan excitante. Éste es un punto importante. No es probable que pares de zapatos nuevos y nunca usados ​​se vuelvan contra un fetichista de los zapatos. 
Entonces, por qué las bragas usadas se excitan tanto. La mayoría de los fetiches parecen aprenderse, en el sentido de que las personas que los tienen a menudo pueden vincular sus intereses a una experiencia sexual muy específica en la que su objeto fetiche estaba presente cuando Tuvo un orgasmo muy intenso. Esto es algo que los psicólogos llaman aprendizaje de una prueba, que se refiere a la idea de que a veces aprendemos asociaciones entre un estímulo y una respuesta en el primer intento.



 
 

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